La Selección de estudiantes en un nuevo año OPECH
En el marco de la celebración del primer aniversario de OPECH, miércoles 16 de mayo, se realizó un foro debate en torno al tema “La Selección de los Alumnos en la Educación Pública Obligatoria”, que contrapone a distintos actores educacionales, políticos y económicos.
Para dar el punto de vista de los actores primordiales de la educación, el observatorio invitó a algunos de sus miembros. En esta ocasión, sus voceros fueron Valesca Concha, estudiante secundaria y representante de la zonal poniente de la Asamblea Nacional de Estudiantes Secundarios; Jorge Godoy, Vicepresidente de la Asociación Metropolitana de Padres y Apoderados – AMDEPA; Miguel Fauré, representante del Movimiento de Educadores Populares MOVER; Giorgio Boccardo, Presidente de la FECH; Daniela Pino, Centro de Estudiantes de la Carrera de Educación Parvularia y Básica Inicial de la Universidad de Chile y Carlos Rodríguez, Vicepresidente CONFEMUCH.
En este contexto, quisiéramos compartir con ustedes la posición que presenta el Centro de Estudiante de la Carrera de Educación Parvularia y Básica Inicial con respecto al tema de la Selección de Estudiantes.
Para comenzar, considero pertinente mencionar, que en el Congreso de Pedagogía, Educación y Sociedad, realizado la segunda semana del mes de mayo en nuestra Facultad, Ciencias Sociales, uno de los temas recurrentes fue el cómo aseguramos que dentro de la escuela (Salas de Clases), como plantea Bourdieu, a pesar de ser un espacio de la reproducción de la diferenciación social, dejando de manifiesto quienes pertenecen a un grupo social “dominante” y a quienes pertenecen a otras culturas que son regidas por otros tipos de principios, exista un “diálogo” considerando a nuestra diversidad social y cultural que actualmente se presenta en la cotidianidad educativa.
Como estudiantes de pedagogía, estamos convencidas que la diversidad, en términos sociales y culturales, no es un impedimento para provocar en los estudiantes un significativo proceso de aprendizaje/enseñanza, sino todo lo contrario, tal diversidad resulta ser, en la práctica pedagógica, un factor estratégico para provocar en el imaginario de niños y niñas un aprendizaje efectivamente significativo dentro sus prácticas educativas en cada Subsector de Aprendizaje, en su vida social, familiar, entre pares, entre otros. Lo anterior, claramente significa un desafió pedagógico tanto para quienes estudiamos esta ciencia social (la pedagogía), como también para quienes están insertos en el medio educativo, debido a que necesariamente en su práctica pedagógica/educativa, deben considerar aspectos tales como: el medio ambiente sociocultural de los estudiantes, el cómo el niño(a) construye y e incorpora, significativamente, su aprendizaje a su práctica cotidiana, el cómo transmitir el sentido/concepto de un otro “diferente” que debe ser respetado y aceptado en su diversidad, entre otros aspectos.
Con todo lo mencionado anteriormente, y en pos de una reflexión pedagógica/educativa, nosotras como futuras profesionales estamos en desacuerdo con el proceso de selección de los estudiantes, debido a que consideramos que atenta, directamente, a la formación de ciudadanos reflexivos y críticos, concientes de su realidad social y cultural, evitando la dinámica entre grupos heterogéneos que constituyen y dan sentido a nuestra identidad nacional.
Creemos que se deberían crear mecanismos, en conjunto con la profesión docente, que aseguren el contacto social y cultural dentro del aula, lo cual enriquece la llamada “educación formal en sus prácticas y metodologías pedagógicas/educativas, provocando en los estudiantes un campo visual aún más amplio de su realidad, siendo concientes que no son la única “especie” en formación, reproducción, entre otros, dentro de su “medio inmediato”.
Dentro de la educación no debería existir la competencia, debido a que ya sea en forma explícita, implícita e incluso tácita, estamos formando a sujetos para un fin social/cultural en “común” que, en la práctica educativa, cada establecimiento educacional, según sus expectativas y/o objetivos educacionales, fomentará aún más aspectos ya sean de carácter social y/o cultural por medio de su Proyecto Curricular y Educativo. La intención educativa no puede reducirse sólo a competencias, debe abarcar en su génesis aspectos transversales (actitud/valor) que permitan al estudiante desenvolverse dentro de una sociedad/cultura con sentido. Primero debe enfocar su mirada en el ser, en su formación integral y no en una “educación para la sociedad”, sino, principalmente, para el sujeto.
Daniela Pino Troya
Centro de Estudiantes de Educación Parvularia y Básica Inicial
CEEDI
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